- Inés Ibáñez, farmacéutica graduada en Dietética y Nutrición
- Salud
- 84 me gustas
- 82612 visitas
- 0 comentarios
- Nutrición, Salud, Alimentación, Soja

Inés Ibáñez, Farmacéutica graduada en Dietética y Nutrición
ISOFLAVONAS DE SOJA Y CÁNCER DE MAMA: ¿MITO O REALIDAD?
Las isoflavonas son un tipo de fitoestrógeno y la soja parece ser la fuente más abundante de este grupo químico. Los fitoestrógenos son aquel grupo de moléculas de origen vegetal con una estructura y función muy parecida al estrógeno.
En la menopausia cobran una especial relevancia porque es cuando se produce la gran bajada de esta hormona femenina y en consecuencia empiezan los síntomas más típicos que ya conocemos: sofocos, sequedad vaginal, irritabilidad e insomnio…
El interés por la soja surgió cuando las mujeres occidentales se enteraron de que las mujeres asiáticas atraviesan por la menopausia con muchos menos síntomas y, a partir de allí, empezaron estudios epidemiológicos en los que se comparaba la dieta occidental con la oriental (especialmente la de Japón y otros países asiáticos) en relación a los efectos que se producían en la salud.
Se comprobó que las mujeres asiáticas que consumen diariamente 40-50 mg de isoflavonas (en Japón esta cantidad alcanza los 200 mg/día) presentan una notable mejoría en los síntomas de la menopausia y una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y determinados tipos de cáncer en relación a las mujeres occidentales, cuya dieta contiene aproximadamente 5 mg/día de isoflavonas.
A pesar de poder resultar de gran utilidad en el alivio de los síntomas de la menopausia y la prevención de enfermedades, es frecuentemente desaconsejada en algunas mujeres con antecedentes personales o familiares de cáncer de mama por su posible relación. En este post vamos a indagar en lo que sabemos de ello: ¿Qué evidencias existen?¿Debemos evitar la soja? ¿Debemos evitar los suplementos de isoflavonas de soja?
LA TEORÍA DEL CÁNCER DE MAMA Y LA SOJA, ¿EN QUÉ SE BASA?
Hay ciertos tipos de cáncer que son hormonodependientes, significa que su crecimiento va condicionado por hormonas. Un ejemplo de ello son determinados tipos de cáncer de mama.
Desaconsejar las isoflavonas de soja en mujeres con riesgo de padecer cáncer de mama o lo han padecido se basaba en la premisa de que si los estrógenos pueden contribuir al crecimiento de un tumor lo mismo podría ocurrir con los fitoestrogenos. Entonces, se decidió hacer un estudio con ratones a los que les dio grandes cantidades de soja y efectivamente, se les provocó cáncer de mama.
La realidad es que los estudios con ratones son solo la primera fase de cualquier estudio y después es siempre necesario el estudio con humanos a fin de extraer cualquier tipo de conclusión, ya que ellos no metabolizan igual que nosotros, además las dosis administradas de isoflavonas en ese estudio fueron excesivamente altas.
En un estudio (este sí en humanos) realizado hace años se desmitificó que las isoflavonas de soja pudieran causar cáncer de mama, en él se valoraban los hábitos alimentarios de un gran número de mujeres y el cáncer de mama.
A día de hoy, no solo se cree que los fitoestrógenos o las isoflavonas de la soja no aumentan el riesgo de cáncer de mama sino que pueden ayudar a prevenirlo.
En conclusión, la soja o los suplementos de soja solo estarían desaconsejados en aquellas mujeres que estén pasando por un cáncer hormonodependiente.
¿QUÉ DEBEMOS SABER SOBRE LOS SUPLEMENTOS DE FITOESTRÓGENOS?
Los fitoestrógenos en nuestro cuerpo pueden unirse a dos tipos de receptores que están situados en diferentes órganos, desde los huesos hasta el sistema nervioso, pasando por los vasos sanguíneos y el tracto urogenital. Esto es importante porque dependiendo de que fitoestrógenos tomemos nos servirán para aliviar más unos síntomas u otros.
Mi recomendación y basándome en lo que te comentaba en el anterior párrafo es que elijas un suplemento que lleve más de una planta o más de un fitoestrógeno. De esta manera actuarán de forma sinérgica abordando todos los síntomas más comunes en la menopausia. Plantas con fitoestrógenos como la menocífuga o la salvia serán muy efectivas en el control de los sofocos, mientras que el lúpulo servirá para disminuir irritabilidad e insomnio.
Ejemplos:
Algo que marcará la diferencia en la eficacia de los fitoestrógenos será el estado de nuestra flora intestinal, ya que ingerimos los fitoestrógenos de forma inactiva y son las bacterias intestinales como los bífidos y los lactobacilos los encargados de convertirlos en sus formas activas. Así que si has pasado por un momento de diarreas, has tomado antibióticos o sientes molestias intestinales que podrían hacerte sospechar de un desequilibrio en la flora, suplementa con probióticos.
AUMENTAR LOS FITOESTRÓGENOS DE TU DIETA
A pesar de que las isoflavonas de la soja son los fitoestrógenos más conocidos no son los únicos. Existen también los cumestanos presentes en alfalfa y coles y los lignanos en los cereales integrales y semillas como las lino y sésamo.
Yo os hablaré particularmente de la soja porqué me declaro fan de esta legumbre y ahora os explico por qué. La soja, a pesar de no ser muy común en la cultura occidental, en los años 90 empezó a ganar terreno entre aquellas personas que querían seguir una dieta baja en grasa.
Hoy en día nos hemos sumado todos aquellos que buscamos reducir nuestro consumo de alimentos de origen animal. La primera razón es que es una gran alternativa proteica, los gramos de proteína en la soja se asemejan a los del pollo; la segunda son todas las propiedades que se le han atribuido.
No hace falta obsesionarse y que todo lo que vayamos a comer hasta ahora contenga soja, pero sí es uno de esos alimentos “anti-cancer”. La tercera razón, aunque no menos importante para todos aquellos que nos gusta la cocina, es que incorporar la soja en todas sus variantes nos hace ser mucho más creativos y sobre todo si te interesa la cocina internacional. La podemos incorporar en forma de edamames que venden congelados, de yogures, de leche y en todas las formas de fermentos: miso, tempeh, seitan, tofu. También la recientemente súper famosa heura (el no pollo más parecido al pollo que nunca probé) y seguro que existen otras variedades que aún nos quedan por descubrir.
TE RECOMENDAMOS...
Te recomendamos algunos de los imprescindibles que nunca duermen...
.
Comentarios (0)