¿Son todos los protectores solares seguros durante el embarazo?

El embarazo es un momento muy delicado para la piel ya que debido al cambio hormonal aumenta mucho el riesgo de que aparezcan manchas llamadas melasma o cloasma, sobre todo en la cara. 

Durante el embarazo, las hormonas que se generan de manera natural en el cuerpo estimulan a los melanocitos (las células productoras de melanina ubicadas en la capa basal de la epidermis) para que produzcan más melanina. La melanina es el pigmento que en su exceso forma la mancha.

A pesar de que las hiperpigmentaciones ocasionadas durante el embarazo normalmente desaparecen a lo largo del primer año después del nacimiento del bebé, hay casos en los que pueden persistir durante más tiempo. Lo mejor en cualquiera de los casos es una buena prevención y la mejor forma es protegiéndonos del sol.

Paralelamente sabemos que durante el embarazo hay ciertos cosméticos que están contraindicados como los derivados de la vitamina A, el ácido salicílico, la hidroquinona etc. Entonces, ¿Cómo hacer para que convivan ambas necesidades?: protegernos del sol y no echarnos un producto que pueda dañar al bebé. Te lo explico en el siguiente post.

¿SE PUEDE USAR CUALQUIER PROTECTOR SOLAR? 

A la hora de dividir los protectores solares en dos grandes grupos según sus características lo podemos hacer en filtros físicos y en químicos. 

Los filtros químicos son los que generalmente vamos a comprar por defecto ya que no manchan la ropa, se absorben muy rápido y son muy cosméticos. 

Los filtros físicos o minerales son los de las "situaciones especiales": niños menores de 3 años, pieles atópicas, sensibles, post-procedimientos, en cicatrices... El inconveniente que tienen es que como no se absorben pueden dejar residuo blanco y son menos cosméticos.

En los últimos años se ha puesto en duda si realmente las embarazadas debían usar filtros químicos ya que existe la hipótesis de que como se absorben pueden llegar al torrente sanguíneo y dañar al feto o provocar alteraciones a nivel hormonal.

A día de hoy no existe suficiente evidencia para desaconsejar los filtros químicos. Sólo aquellos que contienen en su composición los llamados disruptores endocrinos que son aquellos que van a penetrar e interferir en nuestro balance hormonal. Son los siguientes: la oxibenzona, el octinoxato, el octisalato y la  avobenzona. 

A pesar de que todavía no haya estudios suficientes, si quieres ir a los seguro puedes elegir filtros físicos. Los filtros físicos más usados son el dióxido de titanio, óxido de zinc y el óxido de hierro, además, otra gran ventaja que poseen es que se toleran muy bien.

Te recomiendo:

• SKINCEUTICALS MINERAL RADIANCE SPF50 50ML
• AVENE SOLAR FLUIDO MINERAL 40 ML
• FOTOPROTECTOR ISDIN FUSION FLUID MINERAL SPF 50+ 30ML

¿CÓMO ELEGIR UN PROTECTOR SOLAR EN EL EMBARAZO?

• Elige un filtro solar fotoestable y  de amplio espectro frente a las 4 radiaciones (UVB, UVA, Visible e Infrarroja). Laboratorios líderes en la fabricación de solares como Isdin, Avene, Heliocare o la Roche- Posay aseguran está protección.
• Elige uno que además de contener un filtro físico o químico también lo acompañe algún filtro biológico. Un filtro biológico es un antioxidante que va a neutralizar y reparar el daño solar, por ejemplo, la patente fernblock de Heliocare o el pre-tocoferil de Avene.
• Elige uno adaptado a la actividad que vas a hacer, no es que necesites un solar para cada actividad, sería una locura, pero quizás para el día a día prefieres alguno que tenga un poco de color y para ir a caminar otro que sea resistente al sudor y no pique en los ojos.
• Por  último y aunque parezca obvio, la textura va a ser muy importante a la hora de elegir un protector solar, sobre todo si hemos sufrido cambios en nuestra piel durante el embarazo. Si tu piel es mixta y te molestan los brillos agradecerá texturas oil free como la de HELIOCARE 360 SPF 50+ GEL OIL-FREE. Si por lo contrario, tienes la piel seca y notas que necesitas un extra de hidratación te aportará confort AVENE SOLAR ANTIEDAD 50 ML.
• Lee etiquetas y evita los siguientes ingredientes: oxibenzona, el octinoxato, el octisalato y la avobenzona. 

En conclusión: los beneficios que nos ofrece un solar tanto físico como químico son mucho mayores que los "posibles riesgos".