- Cristina Vega, Farmacéutica - Máster en Dermofarmacia
- Cuidado de la piel
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Cristina Vega
Farmacéutica - Máster en Dermofarmacia
¿Por qué tengo que usar una mascarilla si yo ya uso cremas a diario? ¿Realmente notaré su efecto? ¿Cómo tengo que aplicármelas?
¿QUÉ TIPOS DE MASCARILLAS HAY?
Según su función:
Hidratantes y nutritivas: ayudan a reparar nuestra piel además de proporcionarle frescor y elasticidad. En su composición nos podemos encontrar ácido hialurónico, aceite de cártamo, aceite de uva, glicerina…

Purificantes: eliminan las impurezas de la piel y regulan la producción de sebo. Suelen estar compuestas de activos absorbentes y reguladores del sebo. También pueden contener sustancias antimicrobianas, ideal para aquellas pieles que tienen granitos.
Exfoliantes: su objetivo es eliminar las células muertas haciendo que la piel luzca más suave y luminosa. Suelen combinar micro gránulos, que realizan un arrastre físico, con ácidos como el ácido glicólico, láctico, málico…o enzimas como las extraídas de la papaya que ejercen una acción más profunda favoreciendo la regeneración celular.
Calmantes: se recomiendan en caso de irritación, pieles con rojeces o pieles muy reactivas. Contienen sustancias calmantes como el agua termal o el pantenol junto con sustancias nutritivas como el aceite de cártamo. En las específicas para pieles con rojeces se añaden sustancias que mejoran la microcirculación como el extracto de Ruscus.
Despigmentantes: se pueden usar sobre una mancha en concreto o sobre todo el rostro para unificar el tono. Habitualmente se aplican por la noche y son una combinación de distintos ácidos: kójico, elágico, salicílico con distintas sustancias despigmentantes como la arbutina.
Antiedad: aquí nos podemos encontrar con distintos principios activos según el signo de la edad que queramos corregir. Revitalizantes con vitamina C para pieles más apagadas, reafirmantes con DMAE que te proporcionan un efecto lifting inmediato, con ácido hialurónico que disminuyen las líneas de expresión, con antioxidantes como la vitamina E, el resveratrol o el ácido fítico.
A su vez pueden presentarse en distintos formatos:
En crema: su textura es la de una crema normal, se aplican en capa más o menos gruesa para favorecer su absorción.

Peel off: son productos que se transforman en una película fina a medida que se vansecando, lo que nos permite retirarlas de una sola vez.

Tissú: se presentan impregnadas en un tejido que se adaptan a la piel y por ello ejercen una acción más penetrante.

Arcillosa: actúan como polvos absorbentes y a la vez nos proporcionan un montón de minerales. Las podemos encontrar de arcilla blanca, rosa, verde… con distintas propiedades para cada tipo de piel.


¿COMO TENGO QUE UTILIZARLAS?
Piel limpia: si queremos que funcionen es necesario que la piel esté lo más limpia posible ya que si no, el producto no podrá penetrar. Hay que recordar que la limpieza de la piel mañana y noche es un paso fundamental y tiene que ir acompañada de una limpieza semanal en mayor profundidad. Podemos aprovechar ese momento para aplicar nuestra mascarilla.
Lee atentamente las instrucciones del fabricante: es importante que las leas porque según el tipo de mascarilla el tiempo de aplicación puede variar.
Aprovecha el tiempo de exposición para relajarte: lo más habitual es que tengas que esperar 15-20 minutos para retirarla, esos minutos son para ti, disfrútalos.
Elimina la mascarilla: hazlo como te indiquen las instrucciones. Algunas mascarillas no se eliminan al momento y se pueden dejar toda la noche, retira el exceso con una toallita de papel seca y déjala actuar. Si tu piel es muy sensible o reactiva también puedes retirarla con discos de algodón impregnados en agua termal.
Una o dos veces por semana y el mejor momento por la noche, así podrás dejarla que actue el tiempo que marca el fabricante sin prisas ni agobios.
¿COMO ELIJO LA QUE MEJOR ME VA?
Según tus necesidades y según el formato que te venga mejor.
A lo largo del año nuestra piel va cambiando como las estaciones y puede necesitar cuidados distintos. En invierno puede estar más sensible, en primavera puede necesitar un plus de luminosidad, en verano puede lucir más deshidratada, en otoño puede presentarse más pigmentada…
En líneas generales:
- Pieles secas y deshidratadas: mascarillas hidratantes y nutritivas.
- Pieles mixtas y grasas: mascarilla purificante.
- Pieles sensibles y con rojeces: mascarilla calmante.
- Pieles apagadas y foto envejecidas: mascarilla antiedad y despigmentantes.
Incluso puedes mezclar en la misma sesión varias mascarillas, a este proceso se le llama multimasking.

¿QUÉ ES EL MULTIMASKING?
Consiste en aplicar varias mascarillas a la vez para lograr distintos efectos en distintas partes de tu cara, de esta forma puedes tratar cada zona de forma independiente sin tener que invertir mucho tiempo.
Elige varias mascarillas, siempre pensando en lo que tu piel necesita en ese momento…por ejemplo para una piel mixta podemos aplicar en la zona T una mascarilla purificante, así eliminaremos brillos y cerraremos poros y en las mejillas, que suelen ser más secas, una mascarilla hidratante.
Puedes hacer las combinaciones que más te gusten. Para esta técnica solo se pueden utilizar mascarillas en crema.
Espera el tiempo marcado y a disfrutar del resultado.
MI RECOMENDACIÓN
Mascarillas hidratantes: Mascarilla crema de Caudalie
Mascarilla purificante: Mascarilla purificante Caudalie
Mascarilla Calmante : Avene mascarilla antirojeces calmante
Mascarilla Antiedad: Sesderma mascarilla antienvejecimiento
Mascarilla endocare C Peel
Mascarilla despigmentante: Martiderm mascarilla despigmentante
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