Cómo podemos proteger la piel de los niños del sol

Cada vez estamos más concienciados de lo importante que es utilizar protección solar en nuestro día a día y no solamente cuando hace sol o vamos a la playa. Aunque en todas las etapas de la vida es necesario protegernos del sol, en el caso de los niños cobra vital importancia, ya que ellos pasan más horas al aire libre (sobre todo en verano) y su piel es más vulnerable.

De hecho, durante la infancia y la adolescencia son las etapas en la que se acumula la mayor parte de la radiación solar que vamos a recibir en toda nuestra vida.

Conocer las diferencias que existen entre la piel de un niño y un adulto, así como qué protectores solares son los más adecuados para ellos y seguir unas recomendaciones generales nos ayudará a saber cómo podemos proteger la piel de los niños de sol y prevenir futuros problemas. 

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA LA PIEL DE UN NIÑO CON LA PIEL DE UN ADULTO?

Las principales diferencias entre la piel de un niño y un adulto son las siguientes:

1. La epidermis (capa más exterior de la piel): es más delgada que la de un adulto. Esto provoca que su función barrera se vea disminuida y la piel no nos defienda de forma tan óptima frente a agentes irritantes, microorganismos, etc… y ello hace que también se pueda favorecer la deshidratación y la sequedad.

También al ser más fina es más fácil que penetren los medicamentos u otros productos que usemos y por tanto existe mayor riesgo de reacciones adversas.

2. La actividad de las glándulas sudoríparas y sebáceas: es más escasa y esto hace que la emulsión que recubre la piel llamada manto hidrolipídico, que evita la deshidratación, no esté del todo desarrollado y, por ello, es más susceptible a resecarse y agrietarse.

3. Red circulatoria: no está del todo formada por lo que le cuesta adaptarse a los cambios de temperatura y regular la temperatura corporal.

4. pH de la piel: es menos ácido, por lo que es más vulnerable a la agresión por microorganismos patógenos.

5. El número de melanocitos: es similar al de un adulto, pero la capacidad de producir melanina es menor. Por ello, es necesario prestar especial atención a la protección solar.

Debido a estas características peculiares de la piel de los niños es muy importante usar protectores solares adecuados que puedan respetar esa piel tan frágil e inmadura y evitar que pueda verse dañada.

CONSEJOS PARA ELEGIR EL MEJOR PROTECTOR SOLAR INFANTIL

En los protectores solares para niños debemos buscar:

• Alta protección 50+: que protejan además frente a los distintos tipos de radiaciones (ultravioleta A y B, infrarroja, visible) Esta información viene reflejada en los envases con distintos símbolos (FPS, UVA, PPD, IR…) para que sea más fácil identificarla.
• Alta resistencia al agua y a la actividad física:  ya que realizan múltiples actividades.
• Según su grado de permanencia en la piel podemos encontrarnos en el etiquetado: “wáter resistant”, “very wáter resistant” “ultra resistant” que nos dan una idea de su capacidad protectora tras la inmersión en el agua.
• Predominio de los filtros físicos o inorgánicos: ya que son más estables y no provocan tantas reacciones alérgicas. La desventaja es que son poco cosméticos y a veces dejan residuo. Por ello, cada vez se usan moléculas más pequeñas y su posible absorción ha creado temor en algunos padres, las famosas nanopartículas. Para tranquilidad de todos, los protectores solares que se comercializan deben cumplir las especificaciones que marca el Reglamento 1223/2009 de la UE.
• Sin perfume: para que se toleren mejor.
• Con ingredientes hidratantes, calmantes y antiirritantes

MIS FAVORITOS:

Isdin Lotion Pediatrics Spray SPF50:

Apto para piel atópica y piel sensible. Hidrata y se absorbe rápidamente sin dejar residuo graso. Contiene SIEMPREVIVA EXTRACT (Helychrisum italicum) que calma y refuerza la función barrera de la piel. Con vitamina E y dexpantenol. Fórmula Sea Friendly con la mayoría de los ingredientes biodegradables y/o inorgánicos.

Heliocare 360º Atopic Lotion Spray SPF50:

Fórmula hipoalergénica testada en pieles atópicas y sensibles. Incluye arginina y glicerina, que contribuyen a la hidratación y al buen estado de la función barrera de la piel, debilitada en este tipo de pieles. Ultraligero, fácil de extender y resistente al agua. Con Fernblock®+, filtros específicos y activos reparadores y antioxidantes, protege frente a las 4 radiaciones (UVB, UVA, Visible e Infrarrojo), neutraliza y repara el daño solar. 

Avène Intense Protect SPF50:

Es adecuado para bebés a partir de los 6 meses, niños, mujeres embarazadas, así como para pacientes en post-actos quirúrgicos o con cicatrices y tatuajes después de la reepidermización. Su fórmula ofrece una tolerancia cutánea y ocular muy elevada. Con solo cuatro filtros, y una concentración reducida de filtros solares y sin silicona, su fórmula es respetuosa con el medio ambiente. Su textura híbrida permite una penetración en 3 segundos, hidratación intensa durante 8 horas y acción anti-sequedad. Es ultra resistente al agua y al sudor.

RECOMENDACIONES GENERALES PARA PROTEGER LA PIEL DE LOS NIÑOS

• No exponer a los niños menores de 1 año a la radiación solar directa. 
• Evitar las horas centrales del día para realizar actividades (entre 12h-17h).
• Protegerles con sombrillas, ropa, gorra y gafas de sol adecuadas.
• Mantener una buena hidratación haciéndoles beber agua con frecuencia.
• Aplicar en cantidad suficiente la protección solar. Hay que ser generosos a la hora de aplicar el producto y debemos tener cuidado de no dejar ninguna zona sin cubrir.
• Renovar la protección solar cada 2 horas y tras cada baño.