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Inés Ibáñez
#BebésYMamás
ALIMENTACIÓN PARA TU BEBÉ DURANTE SU PRIMER AÑO DE VIDA
Importancia de la lactancia materna
La lactancia materna es, sin duda, el método preferible de alimentación del lactante en los 4-6 primeros meses de vida. La leche materna es capaz de cubrir, por sí sola, las necesidades energéticas hasta los 6 meses. A partir de entonces tu bebé podría empezar a carecer algunos nutrientes, lo explicaré a continuación. La lactancia materna no es solo beneficiosa para el bebé sino que para ti, como madre, también tiene efectos muy positivos.
1. Beneficios para el bebé
- Mejora el sistema inmunitario del bebé. con lo que disminuirá la incidencia de infecciones y la gravedad de estas. Se ha visto que los bebés que se alimentan de leche materna sufren menos de otitis, diarreas e infecciones en las vías respiratorias como las neumonías y en las vías urinarias como la infección de orina.
- Los bebés que se alimentan de leche materna tienen menos problemas relacionados con alergias y asmas, este punto también está relacionado con un correcto desarrollo del sistema inmune.
- Mayor vínculo afectivo madre-bebe
- Mejor rendimiento cognitivo.
2. Beneficios para la madre
Según la Office of Women's Health, la lactancia materna tiene múltiples beneficios para la madre:
- Disminuye la incidencia de Diabetes tipo 2.
- Disminuye la hemorragia posparto
- Reduce el riesgo de cánceres hormonales (mama y ovario)
- Favorece la recuperación rápida del peso previo al embarazo
- Aumenta el intervalo entre embarazos
- Reduce el riesgo de fractura de cadera y osteoporosis una vez alcanzada la menopausia.
Primeros seis meses de alimentación del bebé
Se recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la lactancia materna a demanda todo el tiempo que tu y tu hijo deseéis.
No obstante, debemos recordar que la lactancia materna no siempre es posible ni siempre es deseo de la madre hacerlo; por lo que será en todo momento una opción y no una obligación para la mamá. En caso de que no desees dar el pecho y quieras más información sobre las leches de fórmula idóneas durante los seis primeros meses puedes echar un vistazo a este artículo sobre ello.
En cuanto a la introducción de nuevos alimentos, tal y como se estaba comentando, debemos esperar seis meses antes de introducir otros alimentos diferentes a la leche ya que el intestino, el sistema nervioso el sistema del bebé todavía no han alcanzado la maduración para poder tolerar otros alimentos.
Se considera que un bebé está preparado para empezar con nuevos alimentos cuando adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Cada bebé necesita un tiempo distinto para desarrollarse pero generalmente en torno al sexto mes empezará a tener interés por la comida, podrá expulsar alimentos sólidos con la lengua, podrá coger comida con la mano y llevarla a la boca y será capaz de mantenerse erguido con apoyo.
La Asociación Española de Pediatría comenta que no es recomendable esperar más de seis meses en introducir nuevos alimentos ya que esto también puede aumentar el riesgo de problemas nutricionales, como el déficit de hierro y zinc, aumentar el riesgo de alergias e intolerancias alimentarias y que el bebé acepte peor nuevas texturas y sabores.
Alternativas a la lactancia materna
En el caso de que no sea posible dar de mamar al bebé o en el caso de que la madre prefiera no hacerlo, existe la alternativa de las llamadas leches artificiales o leches de fórmula. Las leches artificiales son leches de vaca modificadas con tal de asemejar su contenido al de la leche materna, se les puede añadir un mayor contenido de proteínas, probióticos, omega-3 etc.
La leche materna va cambiando a lo largo del periodo de lactancia, incluso cambia a lo largo del día, por este motivo también se han formulado diferentes preparados artificiales (aunque la leche materna es inimitable ya que está compuesta por células y anticuerpos que no se pueden conseguir de forma industrial). Las podemos dividir en tres apartados según la etapa del bebe y en un cuarto apartado si el bebé requiere de cuidados especiales.
- Fórmulas de inicio o tipo 1: Desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida. Aquí te contamos sobre ellas.
- Fórmulas de continuación o tipo 2: Desde los 6 hasta los 12 meses. Aquí te contamos sobre ellas.
- Fórmulas de crecimiento o tipo 3: Se recomiendan a partir de los 12 meses hasta los 3 años.
- Fórmulas especiales: Se recomiendan en bebés con necesidades nutricionales especiales, como molestias digestivas o intolerancias a algunos alimentos. Algunas de ellas pueden paliar el estreñimiento, regurgitación o los cólicos del lactante. Puedes aprender más sobre ellas haciendo click aquí.
Introducción de alimentos sólidos
La Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomienda empezar a introducir alimentos sólidos a partir de los 6 meses de vida.
A partir de los 6 meses, se van introduciendo alimentos en la dieta del niño, que ayudan a complementar la cantidad de energía, de hierro, de vitaminas y de oligoelementos, y preparan al bebé para una dieta más diversificada, junto a lo nuevos alimentos (sólidos y líquidos) le debes dar o leche materna a demanda o la leche de fórmula de continuación que debe ser mínimo 500 ml/día.
Los alimentos se deberán introducir de manera paulatina e individual, de esta manera, en el caso de que el bebé tenga una alergia podremos detectar sin problema cual es el alimento causante.
La European Society for Paediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition (ESPGHAN) y la AEPED proponen un calendario para la introducción de alimentos.
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Las primeras papillas: papillas de cereales, papillas de frutas, papillas de carne con verduras (purés)
La primera papilla de cereales se puede preparar con agua, caldo, leche materna o artificial. Los cereales sin gluten primero (arroz, maíz..) y los cereales con gluten se deben introducir en pequeñas cantidades (algún cacito suelto añadido a los cereales sin gluten, o a la fruta, o algún trozo de galleta o pan que el niño puede ir chupando y comiendo), de forma gradual.
En las papillas de frutas es mejor si utilizas fruta madura. Se pueden ofrecer frutas aisladas o mezclarlas para ir variando los sabores pero recuerda lo que comentaba antes de no introducir nunca introducir más de un alimento. En caso de estreñimiento evitar el plátano y manzana y utilizar frutas más laxantes como la naranja, pera, ciruelas o kiwi.
También puedes hacer papillas de carne con verduras, inicialmente pollo y más adelante variar a cordero, ternera .... pasados 15 días, pescado blanco (merluza, bacalao, lenguado,...) con verduras.
Yogur y quesos: Se pueden ofrecer en pequeñas cantidades a partir de los 7-8 meses (yogures con bífidus o lactobacillus). Por ej. medio yogur añadido a la papilla de frutas o queso tierno en alguna papilla de carne o pescado..
El Huevo: Se puede empezar a dar a partir de los 8-9 meses. Empezar con la yema cocida añadiéndola a cualquiera de las papillas en sustitución de la carne o el pescado o en las sopas de pasta o arroz. (máximo 3/semana). La clara inicialmente también cocida, una vez aceptada la yema.
Introducción de alimentos con más texturas
A partir de los 9-10 meses se deben ir haciendo las papillas menos trituradas, con más grumos (introducir sopas de arroz, pasta fina o sémola), para que el niño vaya aceptando nuevas texturas. También se puede desmigar la carne y el pescado para que el niño lo vaya cogiendo con los dedos y metiéndoselo en la boca.
Las legumbres: Se recomienda introducirlas a partir de los 10-12 meses. Se empezará con las legumbres sin piel (las lentejas las venden ya peladas, el resto se pueden pasar por un colador chino).
El pescado azul: Se recomienda empezar a partir del año y siempre con pescados pequeñas como las sardinas, la caballa o los salmonetes.
¿Cómo deben ser las raciones?
En cuanto a las raciones, el tamaño de las raciones de comida que se ofrezcan a un niño es muy importante. Con 1 año, los lactantes comen entre un tercio y la mitad de la cantidad que consume normalmente un adulto. Esta proporción aumenta a la mitad de la porción del adulto cuando el niño cumple los 3 años de edad y a los dos tercios a los 6 años de edad. No se deberían servir platos grandes llenos de comida a los niños pequeños; tanto el tamaño del plato como la cantidad del alimento deben guardar proporción con su edad. Servirle menos comida a tu hijo de lo que crees o esperas que ayuda a estos a comer con éxito y más contentos. Si su apetito no se ha satisfecho, pedirán más comida.
Si mi bebé no quiere comer, ¿tengo que obligarle?
No se debe obligar a los niños a comer, sino que en el caso de que no quieran se debe determinar la causa. Un niño sano normal come sin que haya que convencerle. Los niños rechazan los alimentos porque han estado demasiado inactivos y no tienen hambre, o demasiado activos y están agotados. Un niño que toma tentempiés o el biberón demasiado cerca de la comida (en los 90 min previos) no tendrá hambre para comer y rechazará la comida.
¿Cómo debe ser el entorno durante la comida?
Los niños pequeños deberán comer en la mesa familiar, lo que les dará la oportunidad de aprender modales en la mesa a la vez que disfrutan de la comida con el grupo familiar. Al compartir los platos con la familia, se refuerzan los lazos y la hora de comer se convierte en algo agradable. Sin embargo, los niños deberán comer a su hora habitual si se retrasa la hora de comer de la familia. Cuando los niños coman con la familia, se hará todo lo posible por evitar comentarios desfavorables sobre cualquier alimento. Los niños son grandes imitadores de las personas a las que admiran, por lo que si el padre o un hermano hacen algún comentario despreciativo sobre un zumo, por ejemplo, es probable que los niños pequeños hagan lo mismo.
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